Lilia Perrone, la sabiduría del
uno y lo esencial múltiple
Una parte de su producción, a
partir del 2008, está realizada en terracota policromada y técnicas mixtas,
exhibiendo obra delicuescente, de colores intensos, sensuales, pero, a la vez,
sutiles y espirituales, una mezcla que la acompaña siempre, porque busca unir
polos distintos en la sabiduría del uno en el camino de lo esencial múltiple.
Es consciente de que vivimos en un planeta que está instalado en la tercera
dimensión, pero, además, sus seres vivos, los seres humanos, aunque, también,
los animales, la vegetación, los minerales, los cinco elementos -tierra, aire,
fuego, agua y madera- forman parte de una estructura más profunda
multidimensional.
Todos somos uno, pero, a la vez, la sabiduría del uno nos hace distintos aunque
al mismo tiempo luz en lo esencial múltiple.
Su obra es energética, posee capacidad de sanación, porque está elaborada con la
intención de llegar al corazón, mente y espíritu de la humanidad, al margen de
energías negativas, permitiéndose concebir sus creaciones tridimensionales con
la llama del amor.
La sabiduría del uno consiste en unirnos en la luz, porque somos luz, y en la
luz, todo es energía, es decir iluminación.
Su dedicación a la figura de la mujer, la naturaleza, los animales y las
energías forman parte de una actitud que va más allá de lo descriptivo, que se
instala en el recorrido de la materia, a partir de la cual indaga en lo que no
se ve, primero porque se ancla en la tierra y luego viaja hacia otras
dimensiones donde lo sutil es la vertebración de una evidencia que vuela, libre
sin ataduras.
Emplea la expresividad y el gesto aunque sin perder definición y concreción de
lo que exhibe, a partir de la cual conecta con lo que no se ve, con la capacidad
de la luz de transformar nuestras múltiples realidades hasta el punto de
cohesionar con la verdadera canalización que nos permite avanzar sin cortapisas
hacia la reafirmación de nuestro yo espiritual, que está exento de egoísmo,
porque avanza en unas dimensiones en las que no hay densidad baja, en las que la
materia, si existe es resplandeciente como la misma luz.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)