Mariano Cano, entre la percepción
de la realidad y la voluntad de ir más allá de los límites
Hay una idea de realidad que
predomina en la formulación determinante en la joyería de Mariano Cano. Una
realidad que se encuadra en la manera de ver lo que importa a partir de una
descripción somera de elementos dentro de la composición.
Su obra es evidente, pero, a la vez, simbólica, inspirada en lo surreal, también
en el poema-objeto, en la evidencia de la poesis. De ahí que la creación del
joyero castellano se encuadre entre la percepción de la realidad y la voluntad
de ir más allá de los límites.
Unos límites que se expanden de
manera continua, porque no hay nada delimitado, ya que la poesía es una
actividad creativa que va más allá de lo concreto, de la fenomenología de la
responsabilidad de la mayoría de alcances situados en la propia voluntad de la
estrategia de lo determinante.
Su creación está elaborada en plata, con un especial cuidado en la composición,
en la manera de colocar figuras humanas, hombre y mujer, la mujer en situación
destacada, el corazón, rana, coche, casa, flor, rosa, percepción de la visión,
más allá de la anécdota, viajando, yendo, deslizándose, envolvente y
delicuescente.
No hay nada sutil, solo es evidencia pura, acto catárquico emblemático,
encuadrado en lo sugerido, porque el amor no es una concreción, sino una
expresión energética, estadio del alma, estado de la mente, dimensión del
corazón, actitud ante la vida.
Visión, proyección, desarrollo de la percepción de la realidad, para ir con la
voluntad más allá de los límites, que se ensanchan continuamente, hasta
encontrar alcances que van más allá de lo plástico.
Hay un diálogo continuo entre la fenomenología del amor entendido como acto
plástico, poema e imagen al mismo tiempo y la vertiente energética del mismo,
auspiciando una visión más compleja, porque nada es lo que parece, incluso la
propia potenciación de lo poético puede transformarse en proyecciones más allá
de los limites conocidos de lo puramente artístico.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)