El universo íntimo de Francisca Blázquez

NUEVA YORK, JADITE GALLERIES - AÑO 2005.

 

 

No es fácil para un artista hablar de otro artista y su obra, sobre todo cuando el lenguaje que utilizas para trasmitir tus sentimientos, normalmente es la pintura, por lo que pasar a palabras las opiniones hacia el trabajo de otro compañero cuesta, aunque en el caso de Francisca para mí resulta ser un placer pues, aparte del cariño y amistad personal que le tengo, su actividad artística me gusta mucho y además posee bastantes similitudes con mi propio trabajo a pesar de ser lenguajes muy diferentes, pero poseen en común la utilización del color como base principal de nuestras expresiones.

Intentar definir cualquier trabajo artístico nos lleva sin querer al eterno intento de definirlo, compartimentarlo en algún movimiento o grupo, pero actualmente eso resulta cada vez más fácil y difícil a la vez, es decir, mientras hay una multitud de creadores que a lo único que se dedican es a seguir creando obras que son meras réplicas de lenguajes artísticos ya trabajados, encontramos, afortunadamente, artistas que van siendo capaces de crear un mundo o un lenguaje nuevos que los identifica y a la vez los diferencia de los demás, son los que forman ese diversidad dentro de la globalidad, términos muy actuales y que realmente también pueden definir la situación del mundo del arte en este momento. Diversidad, artistas que son diferentes y que están creando formas, mundos, lenguajes diferentes dentro de una globalidad que hace que otra gran mayoría no sean más que reiteradores de cosas ya hechas.

Francisca pertenece al grupo de la diversidad, de los artistas que han conseguido crear un lenguaje y un mundo propio en su creación. En este caso su DIMENSIONALISMO, aunque su arte tiene relación con la abstracción geométrica y otras tendencias, ella nos lleva a otra dimensión, muy personal, y nos invita a compartir con ella esa visión para que la disfrutemos.

Creadora incansable: pintura, instalaciones, arte digital, diseño de joyas...ella no para de dar salida a toda la fuerza creativa interior, que refleja en su obra, y, que como ella misma, nos trasmite esa fuerza y pasión de su mundo pero en una obra que al contemplarla lo que realmente nos llega es una sensación de paz y equilibrio que no es más que el reflejo, como en un espejo, de su propio ser.

Es normal en los artistas sumergirse en lo invisible para mostrarnos ignotas realidades, pero en su caso nos adentra en dimensiones desconocidas que despliega ante nosotros y nos deja desconcertados a la vez que admirados. Mucha imaginación, una mente abierta, curiosa y sin complejos que hace que no haya dos lienzos iguales, con lo difícil que resulta no reiterarse en los cuadros, como sabemos, pues es muy normal en la mayoría de las exposiciones el ver series interminables que no son mas que pequeñas variantes de un solo cuadro. Esto no ocurre en ella, pues cada cuadro es único y parece que son la puerta, única y diferente, a distintos caminos.

La geometría, tan importante en la Historia: la armonía, la perspectiva, el cubismo... es importante en su obra, formas que se desvanecen en el aire, otras que flotan, paisajes abstractos, geometría abstracta, pero cálida... universo de formas geométricas, mecánico-cinéticas. La expresividad de sus formas: poliedros, rombos, cuadrados, triángulos... evidencian una manera diferente de ver el universo, un universo personal y espiritual donde el protagonismo, de su obra, nos viene dado en la alternancia de los elementos básicos de su composición: la línea, el plano, el vacío y, como no, el color, pues ella está en la línea de la expresividad a través del color y además, lo usa para delimitar las diferentes dimensiones: negro, azul, verde, amarillo, violeta o grises... color, luz y energía en movimiento son constantes en su obra. Sus composiciones son símbolos que expresan la energía del mundo de forma espiritual, pero en una composición justa, no caótica, muy armónica dándole una potencia expresiva a través de la confrontación de los opuestos.

Me gusta su obra por que es consciente por sí, posee independencia, da sensación de libertad y te sumerge en un estado de contemplación activa que te arrastra a navegar en un mundo distinto, un universo nuevo, íntimo, pero que a la vez intenta que conectes con tu propio universo interior. Pinta paisajes con la imaginación siendo capaz de manejar con sensibilidad y armonía el frío mundo de la geometría desde su DIMENSIONALISMO. Logra en sus composiciones una gran belleza formal, tiene una técnica impecable y sé que es muy planificada, de trabajo diario, y muy rigurosa y sus colores puros nos trasportan a la esencia de su universo particular.

Francisca plasma en sus lienzos, y demás creaciones, un estilo innovador: el DIMENSIONALISMO geométrico. Un mundo particular y universal que tiene un lenguaje que llega a todos y trasmite eficazmente todo lo que sugiere. Cuando parecía que todas las variantes del abstraccionismo estaban ya sobradamente hechas (Mondrian, Pollock...) ella nos demuestra que la abstracción es infinita y que es posible crear un lenguaje propio con sus formas geométricas y el color como elementos, aportándonos nuevas lecturas de la abstracción y acercándonos a su idea principal, y que tomo como síntesis y epílogo de mi escrito: "El Todo está en el infinito Arte", idea total y concluyente que yo asumo también como artista.

 

JOSÉ MANUEL VELASCO
Artista Plástico. Licenciado en Bellas Artes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

© 2005 - 2020  Queda prohibida la reproducción total o parcial de la obra de Francisca Blázquez, dibujo, pintura, escultura, joyería, animación digital,

stands, instalaciones, diseños, fotografías, etc. aún citando la procedencia

 

 www.franciscablazquez.net

 

Aviso Legal